miércoles

Me maquillo...


Balsamo sobre mis pechos y aceite en mis muslos.
Mis manos masajean firme y suavemente cada rincón de mi cuerpo, mezclando aromas y sabores.
Mi cuerpo se mueve al ritmo de la sensual música que suena de fondo y mi mente vuela… vuela libre.
Las bolas chinas provocan agradables sensaciones en mi interior, al compás de mis movimientos. Y siento el todo, y la nada… Y me evado…
Una tarde como otra cualquiera, salvo un detalle: conmigo misma.
Mientras me ducho, me acaricio y siento el agua sobre mí, se desliza llegando a lugares insospechados…
Body milk, mascarilla, suavizante y… y… y Me voy a MAQUILLAR.
Porque me maquillo para el trabajo, me maquillo para salir.
Sin embargo… nunca me maquillo para mí.